Preparativos para el viaje

Dentro de poco tiempo me mudo de ciudad, barrio, gente, país e idioma, así que me pareció necesario hacer también una mudanza cibernética. Después de naufragar durante tanto tiempo en Madrid y en el inmundo espacio de microsoft, ahora me traslado a otro inmundo blog en el que trataré de informaros lo más periódicamente posible (a todos aquellos que tengais las ganas y la paciencia de leerme) de cómo va mi supervivencia por el norte de Francia.
Quiero hacer una petición: que los que me leais aquí me escribais también. La mayoría de las veces los monólogos son poco interesantes, y cuando estás lejos se agradece tener noticias de los amigos a los que ya no se ve. Sea via mail, contestando aquí, por las tradicionales cartas (que ya nadie escribe y yo sigo adorando), por paloma mensajera o como más rabia os de, espero noticias vuestras. De todos.

Por lo demás poco que comentar de momento. Los días pasan, el verano se acaba, el momento se acerca y yo me acojono más a cada segundo que pasa. Hago interminables listas con las cosas que se me van a olvidar, le doy vueltas una y otra vez al recorrido que tengo que hacer en el metro de París, a quién tengo que llamar, dónde está mi residencia, cómo voy a conseguir cargar con el maletón y que en el aeropuerto no me cobren sobrepeso, cómo voy a hacer para entenderme con los franceses y a qué clase de gente voy a conocer allí. Como veis soy tooooooodo relajación. Ya despotricaré algo más cuando el momento esté más cerca, o ya os contaré cómo sobreviví al viaje cuando esté allí.

Besos a los que me leiais y me seguís leyendo, y a todos los nuevos lectores.